10 de set. 2015

Recuerdos perdidos...

Perdón por quererte sin avisar,
Por todas aquellas noches en vela
creyendo que un día ibas a llegar.

Perdón por querer despertar junto a ti
Comiéndote a besos y cosquillas;
Sabiendo que nada era verdad.

Perdón por las noches estrelladas,
las escapadas sin un destino,
Y todos los recuerdos perdidos.



Quisiera escribirte...

Quisiera escribirte miles de letras
Que ahoguen los miedos y las tristezas,
Escribir punto y a parte en cada uno de tus problemas
y repasar todas y cada una de tus pecas.

Quisiera creer en la eternidad,
Y guardar un soplo de esperanza
por todo lo que nos vendrá,
Aquello que no se hace esperar.

Me gustaría poder embotellar,
Cada paso que a mi lado das
Me gustaría llegar a sentir,
Qué no te irás de aquí jamás.




El olvido

Siento no ser la luz de tu día,
Siento no poder vivir sin tí,
Siento sentir que aún te quiero
Sabiendo que no te lo puedo decir.

He chillado tu nombre en vano,
Guiada por aquellos luceros
Que escondían nuestros secretos
Durante las noches de verano.

El silencio fue el testigo
De los sollozos de mi alma
Y las lágrimas cayeron
Sabiendo que fue efímero.

Esperaré encontrar la luz,
En la cueva de mis miedos,
Teniendo que decir adiós
A esos besos sinceros.

Y no me pidas por favor,
Todos aquellos momentos;
No quieras curar tú,
Lo que curará el tiempo.


5 de set. 2015

112 quilòmetres...

Avui me n'he adonat, quan marxava lluny de mi, que quelcom dins meu remugava volent fugir amb ell.

Sabia que en 5 dies tornaríem a estar junts, que no tindríem una pantalla entremig i que podria besar-
lo, abraçar-lo i fer-lo enfadar tant com volgués, però aquests cinc dies lluny de la seva vora se'm feien cada cop més insuportables.

Mai havia sentit quelcom per algú, aquella necessitat d'ésser a la seva vora sense importar-me l'avui, l'ahir, el demà; Tan sols m'importava ell, i encara que, em trobés envoltada en un món ple de gent, d'il·lusions, de desitjos i de promeses, només volia veure el seu rostre, les seves mans, el seu món, el que ara, era el meu món.

Veure els seus ulls clucs a la meva vora només llevar-me, que m'apropi al seu cos nu mentre es refrega l'ull dret encara amb una lleganya que mig adormida no vol marxar d'allà, vull sentir que sóc a casa, que tinc un lloc on estar, on creure, on existir.

Crec, que el més complicat és veure com s' allunya, com em diu adéu amb un somriure i encara delecto l'últim peto, el sento en els meus llavis mentre m'abraço a mi mateixa, als records, a tu, que no hi ets, a mi, que hi sóc més que mai.

Podríem dir que som la conjugació perfecta, dues persones que es converteixen en una sola, dos mons que han col·lidit per casualitat, i que a hores d'ara no podrien arribar a pensar que hagués passat si no s'haguessin trobat.

És cosa del destí? Ens ha dut fins aquí per què no podíem viure sense arribar a conèixer-nos?

Recordo, quan de ben petita, rellegia els llibres que em duien a un altre món en el qual la soledat, les pors i la tristor no existien, i em recordava dia a dia que no volia morir sense viure en aquest, en el món creat en mans dels escriptors que em van donar vida avant temps, en un món que semblava no tenir cabuda, un món en el qual fos feliç.
No tenia molt clar, si realment això esdevindria algun cop, si podria arribar a viure, cridar i sentir com aquelles velles novel·les en les quals em refugiava, intentant oblidar el meu dia a dia.
I ara, després de totes aquelles pors, després de mi, de tots els meus defectes i errors vas aparèixer en la meva vida i em vas portar amb aquells personatges, dins del meu somni.

La distancia, és simplement un al·licient al que sentim. 112 quilòmetres en els quals cada un són un
t'estimo, un motiu de fugida, un petó i mil i una cartes perfumades dient-nos les ganes que tenim de tornar-nos a veure.

L'amor és així, podem perdre i guanyar-ho tot en un segon, en un llit d'hotel a mitjanit, mentre eltelevisor ens explica històries imaginàries i la lluna ens guia el camí que hem de seguir.

Som i serem, estem aquí i existim, som dos i un alhora. Ets tu, sóc jo, som totes les paraules unides i aquell punt i a part que ens obliga a parar, la llibertat, les pors més absurdes i les més extremes, la felicitat més gran que puguem arribar a viure, però també aquell ofec al cor cada cop que aquell cotxe s'allunya de mi. Ets i seràs, sóc i seré.

No sé on seré demà, si aquesta cursa d'obstacles s'acabarà avui o no deixarem que les pors i aquesta distància que ens separa ens facin caure o ens obliguin a parar.

Mentrestant jo seguiré abraçant-me a les estrelles, esperant amb neguit el dia que ens tornem a veure per abraçar-te i fer-te enfadar mentre la lluna, fidel testimoni del nostre amor, abraça aquest amor que junts estem construint.

I ara, només em queda dir una cosa. T'estimo, estimo la distància, i les teves ganes d'esborrar allò que no ens deixa estar junts dia a dia, compartint el que som, vivint el moment. Gràcies petit per recordar-me que la màgia existeix, que només cal tancar els ulls i abraçar-nos als estels.





1 de set. 2015

Destinos Opuestos - Capítol 6

Desperté aturdida al ver que mi móvil no dejaba de sonar.

- Grace, Podríamos ir a comer por ahí y nos ponemos rumbo a Holt, ¿Qué te parece?

- P..Pero... ¿Qué hora es? - Mi voz sonaba adormilada y estaba demasiado cansada.

- Son las dos del mediodía, va, en una hora te paso a recoger, los demás nos esperan en Holt

Me colgó y me fuí volando a la ducha. Justo me estaba encendiendo el cigarro de la victoria por
haber terminado en tan solo una hora de arreglarme, sonó la bocina del coche de Ivy y bajé corriendo para reunirme con ella y explicarle quién y cómo estábamos con Adam.

- ¿Qué tal? - Dijo Ivy cuando me vió entrar

- Tengo que explicarte algo - Dijé esbozando una sonrisa en mi rostro - Creo que me estoy enamorando de un chico

- ¡Qué dices! Explícamelo todo

Le expliqué todo lo sucedido y su expresión de sorpresa no se desdibujaba de su rostro, me sonrió y añadió

- Holt esta muy cerca de Klengtown, yo no digo nada.

Nos empezamos a reír y continuamos hablando de nuestras cosas. Al darnos cuenta ya estábamos entrando en Holt; Buscamos la casa de Sophie y cuando llegamos vimos a todos nuestros amigos ahí.

- ¡Hey chicos! - Dijimos al unísono Ivy y yo

- ¡Hola! - Respondieron todos mientras nos daban un gintonic

Estuvimos hablando mientras Ivy y yo comíamos algo ya que aún no nos había dado tiempo de comer nada y seguimos hablando sobre nuestras vidas.

Ese patio era gigante. Nada más entrar, había una mesa con unas doce sillas dónde estaban la mitad de los chicos y chicas, a la derecha estaba situada la casa de dos plantas y al fondo había una piscina con hamacas dónde estaban los otros tomando el Sol.

Ví a Matthew. Era un chico con el que habíamos tenido algún que otro encuentro amoroso, el chico me atraía, pero era imposible que tuviésemos alguna relación, ya que éramos tan diferentes que no podríamos estar nunca juntos.

Estuvimos ahí hasta las doce pasadas, hablando y bebiendo esperando a que empezase la fiesta. Cuando llegamos al polideportivo estaba sonando un grupo de música pop bastante malo así que nos fuimos fuera a comer unos hot dogs.

Envié un mensaje en el grupo de mensajería instantánea donde estaba Adam si alguien vendría por Holt. A los pocos minutos Adam me llamó.

- Grace, voy a estar por Holt cuando empiece la música electrónica

- Ad...Adam - Me sonrojé - Pues cuando estés por aquí dime algo

Colgamos y volví con el grupo. Sentía que no me diría nada, que pasaria como en Klengtown y que simplemente pasaría de mi, volvería a ser su nadie, que solamente usaba para entretenerse entre clase y clase.

Sobre las dos de la madrugada, la mitad del grupo se fué a otro recinto, y los demás nos quedamos por ahí. En mitad de una canción romántica Matthew me cogió por detrás y me dió un beso en la nuca.

Respiré profundo, me gustaba que me abrazase aunque nuestras probabilidades de tener una relación fuesen nulas, sabia cuando abrazarme.

Nos fuimos fuera y me besó. Yo continué besándole y terminamos entre unos árboles, bajo las estrellas, con una botella de vino y con ganas de tenernos el uno al otro. Justo cuando estábamos besándonos, empezó a sonar mi móvil y me aparté.

Ví en la pantalla el nombre de Adam y lo cogí

- Grace, estoy dentro

- Adam - Me sonrojé mientras se dibujaba una sonrisa en mi rostro- Yo... Yo ahora entraré, pensaba que no me dirías nada y sucedería como el día que vine en vano a ese pueblucho.

- Grace, estaba estresado ese día, pero hoy te he avisado, ¿Me perdonas?

- Sí - No pude decirle que no - Ahora vengo

Colgamos y ahora yo tenía que enfrentarme a Matthew, que estaba a mi lado y entrar en busca de Adam.

Matthew me miró, me sonrió y me dió un beso en los labios.

- Te gusta mucho ese chico, ¿Verdad? - Su voz sonaba serena

- Sí...

- Pues a que esperas, ves a por él y ¡demuestrale quien eres!

- ¿ No te enfadaras verdad? No quiero perderte Matt...

- Tranquila, mañana será otro día y sabes que siempre terminamos lo que empezamos...

Se despidió de mí y volví dentro. Ese polideportivo estaba lleno de gente, así que fuí donde estaban mis amigos. Desde allí ví sus ojos azules mirándome. Ivy, me dió un empujón y me sonrió. Sabía que quería que fuese a por él y le besase, pero no podía.

No quería perderle, si le perdía... No sabría que hacer.

Cuando me acercaba su sonrisa se iba definiendo, le dí dos besos que resultaron coincidir en la
comisura del labio y nos hicimos una foto los dos juntos para enviarla a los demás de clase.

Estuvimos bailando, tonteando, y bebiendo cuando uno de sus amigos notó la química y se acercó.

- Tiene una novia muy guapa - Esas palabras me rompieron por dentro

- No quiero que se venga conmigo, solo estamos bailando - Dijé intentando no llorar

- Por si acaso, su novia es perfecta, preciosa y está buenísima.

Adam no se enteraba de nada, así que decidí pasar de él que se fué creyendo haber hecho la buena acción de la semana y yo intenté olvidar lo que me había dicho con un gintonic.

Cada vez nos acercábamos más hasta que vino otro de sus amigos, un baboso que me estaba todo el rato mirando el escote.

- Úsalo esta noche con él - Dijo con una voz totalmente ebría

Esta vez lo oyó Adam y le dijo algo en el oído y se volvió hacía mi

- No le conozco de nada

- Si no vas a usarlo con este úsalo conmigo - Dijo el hombre borracho dándome un condón en la mano

- No lo necesito, imbécil.

Se fué y Adam y yo bailamos hasta que salió el Sol. Después se fue con sus amigos a regañadientes, porque se quería quedar un rato más conmigo.

Después de irse, los que quedamos volvimos a casa de Sophie. Teníamos que pasar una vía del tren, al cruzarla, me caí de bruces en el suelo, rompiéndome las gafas y dejando mis manos totalmente destrozadas.

Nos encontramos a unos polícias, y les pedí amablemente un poco de alcohol para curarme las heridas. Ellos, me trataron como una borracha indeseable, a lo que yo me indigné. Llegamos a casa de Sophie, y nos tiramos en las camas a dormir.

Al día siguiente, aún no me había limpiado las heridas, y por tanto tuve que hacerlo aunque ya no servía de mucho. Volvimos a la ciudad y Ivy y yo fuimos a comer chocolate con churros.

Nada había servido. No me quería, eso estaba claro, realmente ¿Porqué me hacía volver loca? No entendía absolutamente nada. Por las tardes me hacía todas las carícias del mundo y cuando estaba con sus amigos era una más... La química era tan visible que nos preguntábamos si eramos parejas... Mi cabeza estaba hecha un lío... Cada día más...

To be continued...

31 d’ag. 2015

Destinos Opuestos - Capítol 5

Los días y las semanas pasaron rápidamente. Adam y yo estábamos cada vez mejor, las carícias se hicieron nuestra rutina y la complicidad entre ambos era cada vez más evidente.

Cuando nos dimos cuenta ya era el día que nos íbamos a Paradise Hill a una convención de Logística y el cumpleaños de Dave. Así que decidimos matar dos pájaros de un tiro. Celebrar su aniversario y después ir a Paradise Hill ya que teníamos que coger el autobús a las tres de la madrugada.

Entre clase y clase empezamos a hablar del cumpleaños de Dave.

- Podríamos hacer un pastel de marihuana - Dijo Paul, un compañero de clase que estaba un poco loco

- ¡Vale, va! - dijimos todos

Y dicho y hecho fuimos a comprar lo necesario para hacer un brownie de marihuana. Adam, Paul y yo nos dirigimos a una torre alejada de la ciudad de la família de Paul y preparamos el pastel.

-Creo que ya hay suficiente marihuana Adam y Grace

- Yo veo poca eh - Dije mirando el cazo de leche

- Le tenemos que echar más - Añadio Adam

Así que pusimos más marihuana a la mezcla de leche y esperamos a que se hiciera el pastel. Después volvimos a la fiesta de Dave.

- Chicos ya estamos aquí y traemos una sorpresita - Dije yo elevando el pastel mientras esbozaba una sonrisa

Se empezaron a reír y después de dar los regalos cortamos el pastel y repartimos un trozo para cada uno.

- Va, Grace un trocito tu, un trocito yo... - Dijo Claire dándome un trozo más de pastel - Esto no sube nada

Claire y yo repartimos más pastel para todos y después salimos de fiesta. Estuvimos comentando que en realidad no subía para nada ese pastel.

Al llegar a uno de los Pubs y bebernos unos gintonics, empezamos a sentirnos relajados, como si volásemos a una nube dónde solo importaba reír, bailar y no pensar en nada.

Terminamos en el coche de Adam bebiendo ginebra con naranjada y escuchando música electrónica
mientras nos reíamos de cualquier tontería que veíamos por la calle. Cuando quisimos darnos cuenta de la hora que era, vimos que teníamos que irnos hacia Paradise Hill, así que fuimos hacía donde estaba el autobús y nos encontramos con los demás de clase. Seguíamos muy ebríos y bastante drogados pero como teníamos cinco horas de autobús nos daba tiempo a dormir.

Adam y yo nos sentamos juntos al final de todo. Cuando estábamos a punto de salir Frank salió corriendo a vomitar y Adam lo siguió. Estábamos todos muy mal y yo decidí que dormir sería la mejor opción.

Cuando Adam y Frank volvieron a entrar yo ya estaba adormilada. Volvió a vomitar a mi lado, mientras yo intentaba no escucharle y le pedía que lo hiciese hacía el otro lado si no quería que yo vomitará también. Después nos dormimos.

De repente una voz me despertó y me sobresalté

- Ya llevamos dos horas y media, ¿No queréis salir? - Su voz sonaba cansada

Abrí, sin poder, los ojos y ví que era un hombre mayor, quizás el conductor que nos había llevado hasta allí, yo no podía pronunciar palabra, y levantando levemente la mano y sin pronunciar demasiado le contesté.

- Es... Est... Estamos bien

Me volví a dormir y cuando nos despertamos ya estábamos en Paradise Hill.

Entramos en la polivalente llena de convenciones y entramos en algunas de ellas. No teníamos interés en ninguna y realmente solo queríamos dormir, pero todo y eso entramos en las más interesantes.

Dave, Adam y Nick se quedaron dormidos en una de las convenciones y después fueron a dormir en
unos de los sofás que habían por allí y los demás nos fuimos a las otras convenciones y a los stands que habían por la polivalente.

Estuvímos ahí hasta por la noche y después volvimos a subir en el autobús. Una vez ahí Claire y Paul se sentaron a nuestra izquierda, junto a Adam y yo.

Claire se quedó dormida al instante de sentarse, se puso el cojín en la cabeza, se cubrió con la manta y le puso los pies encima, mientras, Paul intentaba de manera fallida, hacerse fotos con ella, para intentar hacer creer a la gente que tenía novia o algo parecido, lo miré raro pero se excusó diciendo que solo estaba probando la cámara de la tablet.

Realmente, Paul tenía muchos problemas, sobretodo con la obsesión que tenía por Claire, la sobreprotegía y intentaba enamorarla de todas las formas posibles.

Cuando llevábamos diez minutos de trayecto, y alguien estaba hablando de follar con muñecas hinchables, Adam me agarró de la mano y con el dedo pulgar empezó a acariciarla. Me relajé. Cerré los ojos y escuchaba a mis compañeros hablar de mil cosas, desde mágia hasta sexo en un mismo autobús.

Sus dedos jugueteaban con los míos, de repente nos miramos y sonreímos, pero giramos la cabeza.
Realmente en mi interior me sentía mal, la pobre chica que estaba con él no tenía la culpa de nada, pero le quería, ¿Qué iba a hacer? ¿Dejar escapar la oportunidad de que alguien me quisiera? No podía ni pensar en dejarle marchar, nadie me había tratado con tanta suavidad y amor. Porque al fin y al cabo, me trataba con amor, o por lo menos era lo que sus carícias me trasmitían.

De repente, volví en mí cuando noté que su mano, aún agarrada a la mía, se movía y ponía nuestras manos encima de su entrepierna. En ese momento intenté quedarme quieta, así que por el rabillo del ojo intenté ver si estaba despierto o no, pero no pude verlo. Nos quedamos así media hora o incluso más, haciéndonos los dormidos y jugueteando con nuestros dedos encima de su entrepierna.

Estábamos a medio camino y hicimos la parada de descanso para comer algo, ya que llevábamos dos horas y media en ese autobús, así que de mala gana nos levantamos, haciendo ver que no estábamos encendiendo una llama casi imposible de apagar y fuimos a comer algo.

Cuando estábamos comiendo ví una cara conocida y fui a saludarle

- Hola Chuck, ¿Qué haces por aquí? - Dije sorprendida

- ¡Hola Grace! ¿De donde sales? - Su voz sonaba más sorprendida que la mía

- Hemos ido con la clase a la convención de logística

- Pues yo soy uno de los conductores que os llevó ahí - Sentenció

De repente sonreí de una forma amarga al recordar levemente el momento en que uno de los conductores me preguntaba si quería salir y yo no podía pronunciar palabra, me sonrojé y volví con Adam.

Cada vez se notaba más la complicidad entre nosotros. Parecíamos una pareja, pero sin besos, ni locuras del amor, sin sexo y sin nada más que carícias y miradas, teníamos química, esa sería la manera perfecta para definir "eso" que teníamos, y hasta que él no se decidiese a dar el paso, seguiríamos siendo eso.

Volvimos al autobús y esta vez me senté de lado con las piernas en el diminuto pasillo para hablar con mis compañeros. Adam se sentó justo detrás de mi y se apoyo en mi hombro y me cogía una de las manos. Notaba su respiración en mi cuello y eso me excitaba mucho. Me excitaba demasiado, y él también lo estaba... ¿Por qué no me besaba de una maldita vez?

Seguimos así las dos horas de camino, jugueteando con nuestros dedos mientras él dibujaba cosas en mi espalda y dormía de tanto en tanto mientras seguía sobre mi hombro, me estaba enamorando, me estaba enamorando de verdad.

Al llegar otra vez a la ciudad, nos despedimos todos y nos fuimos cada uno para casa, ya eran las dos de la madrugada y estábamos todos molidos. Sin darme tiempo a despedirme de todos, mi móvil empieza a sonar y cuando lo cojo oigo muchísimo ruido

- Grace - Reconocí la voz de Ivy entre el ruido de fondo - mañana vienes conmigo a Holt, que hacen
un festival muy guay

- Va...Vale, ¿A que hora me vienes a recoger? - Dije yo sorprendida

- A las siete te paso a recoger por casa, ponte guapa que vamos todo el grupo.

Después me colgó.

Ivy y yo éramos inseparables, y siempre íbamos juntas de fiesta, pero con las clases nos habíamos alejado, era cuatro años mayor que yo, pero siempre me había ayudado y había confiado en mí para todo. Siempre había estado a mi lado en los buenos y en los malos momentos y el verano pasado no hubiese sido el mismo sin ella, se lo debo todo.

Me fuí a dormir y esperé al día siguiente, que sería inolvidable...

To be continued...

Destinos Opuestos - Capítol 4

En despertar me dí cuenta del día en el que vivía. Viernes. Llegué a clase y fuí directa a Claire.

- Claire, voy a hacer una locura - Mi voz sonaba nerviosa - ¿Preparada?

- Sí, dime

- Hoy le voy a decir a Adam que me gusta - Miré hacía la puerta ya que entraba y bajé la voz - Se lo voy a decir esta misma noche

- ¿Vas a ir a Klengtown? - Sus ojos se abrieron como platos - A ver que te dice, pero sigo pensando que es mejor que le beses.

- No le voy a besar... Helen, ¿Recuerdas?

El profesor entró en el aula y dejamos estar el tema. Adam me miraba y me sonreía, y yo no podía evitar ruborizarme al verle mirándome con esa sonrisa.

Las clases seguían su rutina diaria. Miradas cómplices y carícias bajo la mesa. Al terminar, le recordé que esta noche estaría por Klengtown para ver a los Fleshdown y fuí a buscar a Chloé para arreglarme y llegar pronto a ese pueblo.

A las diez y media estábamos ahí. Fuimos a cenar intentando no encontrarnos con Adam o Helen, que aunque no la conocía, la verdad no quería verla ni en pintura, sabía que era yo quien se estaba entrometiendo en esa relación, pero, necesitaba culpar a alguien por no estar con el chico que me gustaba, así que, le tocó a ella.

A las doce entramos en el polideportivo y empezó Fleshdown, Chloé y yo, algo ebrías empezamos a
bailar y a cantar hasta el final del concierto. Cuando quedaba una canción, pidieron voluntarios para ayudarles a cantar una canción, y cómo no, Chloé y yo subimos al escenario y cantamos como si no hubiese un mañana.

Al terminar el concierto, me abrumé, miré el teléfono y no tenía ningún mensaje de Adam. Era imposible que no se acordará de que estaba ahí. Cuando miré hacia el escenario le ví ahí, vestido con una camisa negra que le quedaba realmente bien.

Mis lágrimas empezaron a caer, sin yo poder hacer nada, salí y me fuí corriendo, necesitaba desaparecer. Llegué a una calle vacía y me senté ahí, me encendí un cigarro y oí a Chloé chillándome.

- ¡Grace! - Su voz sonaba cansada, y entre suspiros añadió - ¿Qué sucede?

- No me ha dicho nada - dije entre sollozos

Chloé entendió a la perfección que me hacía falta y me abrazó como si no hubiera mañana durante un rato, y después me dió la botella de ginebra.

- G..Gracias

- Es un gilipollas, Grace, te mereces algo mejor.

-Volvamos a entrar - Le pegué otro trago a la ginebra - ahora.

Entramos y nos sentamos en un rincón, pasándonos la ginebra mientras reíamos y llorábamos intermitentemente por causa del alcohol.

En ese momento, ví a una chica que se paró justo a nuestro lado mirando hacía el escenario, dónde Adam estaba. Me la quedé mirando entrecerrando los ojos, intentando recordar donde había visto esa foto y mis ojos se llenaron de lágrimas otra vez.

- Grace ¿Qué te sucede ahora?

- Esa - Me sequé las lágrimas - Esa es Helen.

De repente Helen se giró hacía nosotras, y nos miró con aires de superioridad y se giró otra vez, como si de una diva se tratase.

Chloé y yo empezamos a reírnos. No podíamos parar. Por suerte no nos había oído pero la situación fué muy épica, su cara de asco al vernos en el suelo, sudadas, cansadas y demasiado borrachas, con la ralla corrida y el pelo alborotado fue digna de grabar, pero la nuestra fue mejor.

- Grace ¿Esto es lo que tiene como novia?

- Sí...

- ¿Has visto la frente que tiene? - Nos reímos al unísono y continuó - Y además se pone el pelo para atrás

Por un momento me olvidé de todo y decidí divertirme con mi mejor amiga, no tenía de que preocuparme, por lo menos hasta el lunes, ya que no volvería a mirarlo a la cara hasta que los cerdos volasen.

Al llegar a casa le envié un mensaje a Claire. "Tía, he visto a Helen en persona. Tiene una frente gigante, mañana te cuento."

Al día siguiente me desperté con un dolor de cabeza terrible, pero aún así me arreglé y allá a las ocho de la tarde quedé con Dave, Claire, Nick y Jason.

Cuando entré en el autobús, miré mi reflejo en una de las ventanas y me ví derrotada. Derrotada por
la situación que viví anoche, por no tener a nadie a quien abrazar por las noches, derrotada por no ser el alguien de nadie.

Dejé que la música fluyera en mi hasta que llegué donde estaban los chicos nada más llegar les expliqué lo sucedido.

- ¿Y bien? - Claire ansiaba respuestas

- No me dijo nada - Dijé con un hilo de voz

- ¡QUÉ! - Exclamaron todos

- Ví a Helen, por cierto - Me estaba haciendo la dura, pero en realidad, mi interior se estaba derrumbando

- Y... ¿Cómo es? ¿Tiene tanta frente como aparece en las fotos? - Dijo uno de ellos

De repente volvió a mi mente el momento en el que Chloé y yo estabámos en el suelo riendónos.

- Sí. Y hasta más - Sentencie

Todos se echaron a reír. Zanjé el tema y fuimos a cenar un kebab. Necesitaba olvidar todo lo sucedido así que sugerí salir de fiesta y así olvidarme de todo y ellos aceptaron, así que después de eso nos fuimos todos a tomarnos unas cuantas copas en un Pub de la ciudad y así relajarnos y estar todos juntos.

Realmente, estábamos haciendo una família y eso me gustaba. Dejé de pensar en Adam, le odiaba. Odiaba la forma en la que me miraba, como me tocaba, odiaba sus manos, su pelo, su barba, odiaba todo lo que tuviese que ver con él. No quería volver a saber nada de él e intentaría no volver a caer en sus redes.

El lunes llegó demasiado rápido y volvimos a clase. Nada más llegar, Adam me envió un mensaje: "Grace, voy a llegar una hora tarde, díselo al profe, gracias guapa!".

Se lo dije al profesor de mala gana e intente no recordar que existía. Cuando llegó no le saludé y eso le extraño, pero me daba igual.

- Grace, ¿Te sucede algo?

- No. - fuí zanjante-

Sus ojos me miraban con cara de corderito degollado y no podía evitar no decirle nada pero mantenía mi pico cerrado, por el bien de mi corazón, por el bien de mi misma.

- Gace... - Mi nombre sonaba tan sexy viniendo de su voz

- No puedes decirme nada cuando voy a ese pueblo de mierda - Tragué saliva y no me dejó continuar

- Estaba muy estresado, lo siento - sonaba arrepentido

- No me dijiste nada, sabías que estaba ahí desde las diez - Le aparté la mirada y sentí que una lágrima quería salir, pero no quería que viese que me derrumbaba

- Te ví en el escenario de Fleshdown - Dijo el sonriendo

-Sí, y sin embargo no tuviste valor como para venirme a saludar, después de pedirme que venga ahí-
mi voz sonaba furiosa- ¿Para qué querías que viniese? ¿Para ver a tu novia? Pues ya la he visto

- No, pensaba... - Le corté

- Nada. Mejor ya hablaremos.

Al terminar las clases me susurró un "lo siento" y me deshicé.

- De acuerdo.

Volví a casa abatida. No quería perdonarle. Me había hecho daño, pero era superior a mí este chico, no podía decirle simplemente "Vete a la mierda, cabrón" , no.

Al día siguiente, todo volvió a la normalidad, aunque a veces le seguía recordando lo mucho que me jodió que me dejase sola en ese pueblucho, y él me decía que lo sentía.

To be continued....